La soledad y Kafka

Extracto del escrito de J.M. Alimbau en el “Full Dominical” de hoy.

El buen Samaritano

El parque Steglitz de Berlín rezumaba vida en los albores del verano. Un regalo.  A Franz Kafka le absorbía: como una esponja, viajaba con los ojos, arrebataba energías con el alma, perseguía sonrisas entre los árboles. Él también era uno más entre tantos, solitario. Aquel silencio… El llanto fuerte de una adolescente, convulso, repentino, le hizo detenerse. No había nadie. Estaba muy cerca de una muchacha que lloraba de pie, desconsolada, tan angustiada, tan triste, que parecía reunir en su rostro todos los pesares y las congojas del mundo. Kafka miró hacia todos lados. Nadie reparaba en la joven. Pasaban. Estaba sola…Tenían la oportunidad de ser y comportarse como el buen samaritano. Él se quedó sin saber qué hacer, como todos.

Si nos encontramos con alguien que vive solo, que sufre, llora, está angustiado…, hagamos un alto en el camino. Pongámonos a su lado y en silencio acompañémosle y ayudémosle. Repitamos lo que Jesús nos pide al final de la parábola del buen samaritano: “Haz tú lo mismo”  (Lc 10,42).

Regla de oro para una vida sana

JM ALIMBAU

José Mª Alimbau escribe el siguiente texto en el Full Dominical del cual es redactor, que por su interés transcribimos aquí:

El catedrático de medicina doctor Zaragoza dió unas reglas para gozar de una vida sana del cuerpo y el espíritu, que ampliamos:

  1. Demos al cuerpo menos de lo que nos pide. No comamos tanto. Levantémonos de la mesa con apetito.
  2. Dale al cuerpo más actividad: muévete, renúnciate, presta un servicio gratuito a alguien. Ayudarás y te sentirás mejor.
  3. Dale al cuerpo menos grasas, menos sal, especias, excitantes y alcoholes.
  4. Haz más ejercicio mental, aprendiendo cada día alguna cosa nueva.
  5. Ejercita la memoria. Mira de recordar cosas, personas, hechos que has vivido. Ello te ayudará, te hará bien.
  6. Procuremos estar ocupados y menos preocupados por tantas cosas que nos acongojan y nos quitan calidad de vida.
  7. Cultivemos y atendamos a nuestro espíritu, la dimensión interior. Ahí reside la capacidad de aguantar, de esperar, de sufrir y de amar.
  8. Procuremos estar contentos por dentro. Hacer siempre las cosas con ilusión y generosidad tan bien como sepamos.
  9. Ayuda, ayúdate y serás ayudado.
  10. La alegría y el amor son los únicos tesoros que se multiplican… al dividirlos”.
José María Alimbau Argila tiene una larga trayectoria en el mundo de la comunicación Continua llegint