LOS 103 AÑOS DE MI MADRE

103 son los años que el pasado día 19 cumplió mi madre, hace poco más de un año que está en una residencia y fuimos a celebrarlo allí. La animadora de la residencia preparó la sala con letreros de felicitación y guirnaldas para la fiesta, rodeada de familia, amigos, compañeras de residencia, las cuidadoras y las hermanas, daba la sensación de  que se lo estaba pasando bien, sopló las velas le cantamos el cumpleaños feliz y a continuación se repartió el pastel y otros dulces.

Me hace especial ilusión tener una madre tan mayor y poder disfrutar de ella, ya que su estado físico y mental no está demasiado deteriorado, ojalá también podamos celebrarlo el próximo año. 

 

Dos vascos están jugando al frontón

Uno le dice al otro:

  • Oye Patxi: ¿en el más allá habrá frontón?

El otro responde:

 

  • Pues chico,  el que primero muera que lo averigüe y lo haga saber.

Se muere uno de ellos y al cabo de un tiempo se le aparece al otro y le dice

  • Patxi, te he decir dos cosas, una buena y una mala: la buena es que sí que hay frontón, la mala es que mañana te toca jugar…

 

 

El Petit Princep

Pilar Rahola en la seva habitual columna de  “La Vanguardia” titulat  La por de la felicitat (dimecres, 4 d’abril)   parlava del concepte de la felicitat  a partir de petites frases extretes  d’una gran petita joia:  El Petit princep,  d’Antoine de Saint-Exupéry.

Em  sembla oportú transcriure part de l’article perquè hi parla de la felicitat i aquest és un tema que, sovint, ens toca de molt a la vora i ens pot fer reflexionar.

Ella, en el seu article, diu:

“Un dels llibres que mai no s’esgoten és “El petit princep”.  A banda de l’impacte que pot tenir una primera lectura atenta, el millor és la quantitat de replecs que hom hi va descobrint a mesura que anem creixent. És a dir, té una interpretació per a cada edat de la vida.

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