Diez razones para tener y dar ánimo

 

Del libro “¡Ánimo!”,  de J.M. Alimbau, he entresacado estas diez razones:

 

  1. Dar ánimo cuesta poco y ayuda mucho.
  2. Quien da ánimo no se empobrece nunca y enriquece al que lo recibe. Es una manera de dar y darse.
  3. Una palabra de ánimo tiene una duración corta, pero su efecto puede influir toda una vida.
  4. Nadie es tan rico que no necesite un poco de ánimo…ni tan pobre que no lo pueda regalar.
  5. El ánimo en el hogar da valor y empuje; produce contento y felicidad.
  6. Tener buen ánimo sosiega y da reposo al fatigado; alienta al abatido y es un antídoto contra toda enfermedad.
  7. El ánimo -el valor, la fuerza, el empuje- no se compra ni se vende. Pero tiene gran valor en cualquier Sociedad.
  8. Si alguien se olvida de darte ánimo, tú sé generoso…para quien lo  pueda necesitar.
  9. Rabelais, médico, enseñaba: “Las personas con buen ánimo son esforzadas, alegres; ofrecen coraje y vida. Ellas curan, sanan; ofrecen salud y bienestar”.
  10. J. Leclerc escribía: “El ánimo y la alegría son ayudas que suelen ofrecer las almas inteligentes y generosas, …”.

“Deja ya de preocuparte”

  • Deja ya de preocuparte por tantas cosas secundarias que no necesitas. Evitarás la angustia.
  • Deja de preocuparte por el mañana. Para la mayoría el mañana es el hoy. ¡Sirve! ¡Ayuda!
  • Deja de estar molesto por naderías que la mente suele ampliar y agigantar. Así no vivirás ni dejarás vivir a quienes están a tu lado.
  • Deja de preocuparte por todo cuanto no está en tus manos y que no puedes controlar. Cosecharás congoja.
  • Deja de sentirte humillado porque te han herido el amor propio, que ahora grita. Nos hace falta más humildad y menos yo.
  • Deja ya de torturarte por lo que han dicho de ti. Tú actúa rectamente. Necesitamos más vida espiritual.
  • El Dr. William James, profesor de la Universidad de Harvard y padre de la psicología moderna norteamericana, enseñaba a quienes vivían preocupados, turbados, nerviosos, ansiosos:  “La mejor cura para la preocupación es la fe religiosa, es la vida espiritual”.

Texto de Mn. J.M. Alimbau