Extraído del libro “Palabras para la alegría” de J.M. Alimbau
- Sólo por hoy, ofreceré, a quien se me acerque, un rostro amable, distendido, acogedor, sonriente.
- Sólo por hoy, intentaré sonreír ante el fracaso y la dificultad. Me ayudará y ayudará a los que estén a mi lado.
- Sólo por hoy, me fijaré en los motivos de las pequeñas cosas que hagan sonreír y ofrezcan distensión.
- Sólo por hoy, me esforzaré para ofrecer una humilde y sencilla sonrisa, aunque las circunstancias no acompañen.
- Sólo por hoy, intentaré poner a los sinsabores la “mica salis” -su punto de sal- o endulzar la vida.
- Sólo por hoy, si me han ofendido, humillado, elevaré mi mente y miraré a Jesús que me pide que también yo sepa sonreír.
- Sólo por hoy, intentaré prever los momentos difíciles. Me reiré de mí mismo y procuraré estar de mejor talante.
- Sólo por hoy, esparciré el perfume de una sonrisa alegre y trataré de comunicarla a quienes se acerquen y me traten.
- Sólo por hoy, intentaré sacar un clavo con otro clavo: el de la preocupación, por el clavo de la sonrisa.
- Sólo por hoy, como escribe Karl Rahner, ofreceré: “La más pequeña sonrisa, pura y delicada; una sonrisa que brota desde un corazón recto, refleja una imagen y un rayo de Dios.”