Soy Ana Sacristán y he cuidado a mi madre desde el inicio de su dependencia hasta su fallecimiento el pasado mes de Noviembre del 2015.

Fue un proceso de varios años. En 2003, recibí una llamada telefónica de los Servicios Sociales del CAP Manso que me propusieron participar en un grupo que se estaba formando para ayudar a personas que estábamos en la misma situación, cuidando de nuestros familiares mayores o enfermos.

La idea me pareció interesante y puedo decir que con el paso de estos años el resultado ha sido muy positivo.

Se formó dicho “GRUP de SUPORT” y en esas reuniones, que teníamos cada quince días, me sentí asesorada y mejor informada de lo que estaba en aquel momento, para el acceso a nuevos recursos. Y gracias a los profesionales que conducían el grupo (una de ellas era Mercè Gil y la otra Núria Rodríguez), pudimos conseguir mejorar nuestra situación emocional tanto yo, como el resto de compañeras/os que estábamos con problemas similares.

Al terminar el periodo de tiempo destinado a ese grupo (fue casi un año), los participantes del grupo sugerimos que continuaran ayudándonos, pues nos “íbamos a encontrar huérfanos” sin el acompañamiento recibido como hasta entonces, ya que estos procesos de las dependencias son muy largos.
Nuestra petición tuvo respuesta y se formó el “Grup de Continuïtat”, y de ahí nació LA COLLA CUIDADORA. En este grupo las reuniones son más espaciadas, nos encontramos una vez al mes y la dinámica es diferente del grupo anterior.

La Colla Cuidadora también está conducida por profesionales de los Servicios Sociales de la ANTIGA ESQUERRA DE L’EIXAMPLE, que son Xabier Ballesteros y Lara Gomariz, pero de años anteriores también recuerdo a Maite Mateos, Anna Pérez, etc., que por motivos profesionales tuvieron que dejarnos muy a pesar nuestro.

Pues bien, tal como decía, La Colla Cuidadora tiene sobre todo como objetivo ayudar al cuidador a cuidarse a sí mismo, a saber que tenemos derecho a tomarnos un tiempo para nosotros sin descuidar a nuestros familiares y, lo que es muy importante, sin tener ese remordimiento casi inevitable cuando te tomas esos momentos de ocio.

Como todo en la vida llega el momento de hacer un cambio, y pienso que yo estoy en ese momento, pues mi madre, lamentablemente, ya no esta con nosotros, aunque la recordaremos siempre. Noto que necesito “escampar la boira”, eso que tantas veces repetimos en La Colla.
Es el momento que junto con mi marido queremos aprovechar las oportunidades de disfrute que nos dé la vida, ahora que podemos por salud, y durante un tiempo, hasta que nos toque a nosotros cuidarnos el uno al otro, o quedarnos solo uno de los dos, y entonces volverá a empezar la rueda.

En estos momentos de despedida quiero dar la gracias a los profesionales y compañeras/os por todos los momentos compartidos, pues han sido muchos, hemos llorado, reído y compartido muchos sentimientos y por muchas cosas más he podido llevar el proceso de envejecimiento de mi madre con más serenidad que si hubiera estado sola sin vuestro apoyo.

Mi agradecimiento a todos.
OS ENCONTRARE A FALTAR