El verano para mí ha sido muy caluroso, pero muy fructífero y explicaré por qué.
Hace un tiempo una amiga mía llamada Elena, que tiene un amigo que vació una Masía para venderla, me contó que éste había encontrado un paquete en las golfas, al mirar en su interior se encontró un vestido de la Virgen de Ntra. Señora de Lord.
Esta amiga me llamó y me dijo “que hago con esto”. La fecha que ponía en el paquete era el año 1935 por lo que esto estuvo oculto más de 80 años. Le conteste que yo haría indagaciones y ya le diría lo que averiguara.
Después de meses de averiguaciones, por fin di con el Pueblo donde se halla la Iglesia que tiene la Virgen Ntra. Señora de Lord, este es Sant Llorenç de Morunys y esto fue gracias al Programa de TV3 “El Foraster” que nos proporcionó la guinda.
Tengo otra amiga que conoce al Mossen que está en Sant LLorenç de Morunys, ésta le llamó y se puso muy contento por el motivo de la llamada, le dijo que nos esperaba con los brazos abiertos. Así que un día mi sobrina que tiene coche y mi amiga con el paquete y yo nos dirigimos hacia ese Pueblo, cuando dejamos el coche, tuvimos que subir una montaña más larga que un día sin pan, vaya si subimos, yo que tengo muy poca movilidad y lo hice, pero tardando unas dos horas, la bajada fue peor pero igual de larga.
Cuando llegamos allí, nos encontramos con una bonita recepción (no, no había Prensa), pero con la Ilusión con que nos recibió Mossen Joan ya nos dimos por satisfechas.
Abrimos la caja sorpresa y allí apareció el vestido de la Virgen de Lord y el manto, una verdadera reliquia, este último estaba un poco deteriorado al ser de seda, ésta estaba picada. El vestido estaba intacto, resulta que esta Virgen tenía cuatro vestidos, pero les faltaba uno que es el que llevamos. La Alegría del Mossen fue enorme y nos enseñó la Iglesia y en la Sacristía estaban los otros dos vestidos (ya que ella llevaba uno puesto de los cuatro), se le cambia el vestido cada un determinado período de tiempo. La Virgen es una talla de madera y según tengo entendido también fue escondida hasta que en el Año 1939 apareció, entonces salía en procesión con un camisón.
He de decir que el paraje donde está situada la Iglesia está lleno de paz. Valió la pena el esfuerzo de la subida y la bajada, es una gesta de la que no me arrepentiré nunca, haber llegado a la Iglesia, restituir el vestido a la Virgen y darle la alegría que se le dio a Mossen Joan.
Y como se dice misión cumplida. ¡Ah! Se me olvidaba Mossen Joan nos invitó a comer y muy bien por cierto con café incluido (puro no ya que contamina el ambiente).
Quedo gratamente agradecida a Mossen Joan y deseo que Dios le guarde muchos años.
Me encanta tu relato Montserrat!
Si tienes ilusión tienes vida!