Estaba yo en el Bar que asiduamente voy a desayunar y vi una acción por parte del Dueño que es chino y se llama Juan y que seguidamente expongo.
Vi que entraba un chico minusválido y yo como le conocía le hice señales para que se uniera a mí en la mesa, este chico se llama Javier y hace 41 años que nació en el barrio y siempre ha vivido en él. Juan el Dueño del Bar lo hizo salir a la calle y no le dejo entrar, cuando Juan entro en el Bar le increpé, diciéndole que lo que había hecho era un delito, y añadí que como continuará con esta forma de actuar se quedaría con las mesas vacías y que la mía iba a ser la primera. Entonces pensé que si hubiese sido mi hijo, con la muleta le hubiese dejado la espalda marcada. No me contestó.Ya he cumplido mi advertencia, ya no voy a desayunar ni a comer a ese Bar.
Estas acciones no las puedo ver ni consentir, pero ésta no es la primera vez que ocurre una cosa así.
Un mes atrás, tenía que entregarme unos papeles mi Abogado y nos citamos en el Bar, yo no había llegado, él preguntó por mí al no verme, José que así se llama mi Abogado le pidió a Juan que le hiciera un café con leche, Juan le dijo que la máquina no le funcionaba, cuando en ese momento se encontraba funcionando, José se levanto y se fue volvió al cabo de un ratito y me entregó los papeles y al irse, Juan el Dueño se fue detrás de él y cuando estuvieron en la calle le dijo que no volviera a entrar en su Bar, José abrió la puerta y me dijo, ya te llamaré para reunirnos, ya que éste señalando a Juan me prohíbe que entre en su local.
Bien aplicado esta el dicho en Catalán: “Hostes vindran que de casa et trauran”
¡AH! Me he olvidado que también presencié en el mismo local, que estando la mujer de Juan, Rosa, entro un señor con un niño y pidió por los lavabos, ya que el niño tenía necesidad de ir, Rosa le contestó: que si no iban a tomar una consumición no había lavabo, el señor se marcho a otro Bar.
En fin las personas de ese Bar son un dechado de virtudes y por lo que se intuye los Chinos están faltos de humanidad ya que la ayuda al prójimo no existe para ellos.
Sirva este escrito como denuncia al Bar que está en la Calle Mallorca Esq. Calle Aribau y se llama “Cubaliña”.
Molt ben fet, Montse. Es molt lamentable més…. las persones diuen ser persones sense sense saber d’humanitat.
Petons.