Del libro “¡Ánimo!”, de J.M. Alimbau, he entresacado estas diez razones:
- Dar ánimo cuesta poco y ayuda mucho.
- Quien da ánimo no se empobrece nunca y enriquece al que lo recibe. Es una manera de dar y darse.
- Una palabra de ánimo tiene una duración corta, pero su efecto puede influir toda una vida.
- Nadie es tan rico que no necesite un poco de ánimo…ni tan pobre que no lo pueda regalar.
- El ánimo en el hogar da valor y empuje; produce contento y felicidad.
- Tener buen ánimo sosiega y da reposo al fatigado; alienta al abatido y es un antídoto contra toda enfermedad.
- El ánimo -el valor, la fuerza, el empuje- no se compra ni se vende. Pero tiene gran valor en cualquier Sociedad.
- Si alguien se olvida de darte ánimo, tú sé generoso…para quien lo pueda necesitar.
- Rabelais, médico, enseñaba: “Las personas con buen ánimo son esforzadas, alegres; ofrecen coraje y vida. Ellas curan, sanan; ofrecen salud y bienestar”.
- J. Leclerc escribía: “El ánimo y la alegría son ayudas que suelen ofrecer las almas inteligentes y generosas, …”.
Diez razones muy sabias, muy útiles y que no cuestan dinero, ponerlas en práctica sería bueno para todos.
En efecto, son razones muy útiles y al alcance de todos.
Y si son razones útiles, ¿por qué no se prodigan más entre nosotros?.
Para mi que vamos algo equivocados por la vida, esclavos de necesidades ficticias autoimpuestas y de tener, además, unos objetivos de vida básicamente materialistas, prácticamente sin trascendencia. Hemos de tratar de abrirnos, animar y ofrecer nuestra ayuda más sincera y sin desanimarnos. Pensemos que es una actitud bastante revolucionaria… en nuestra sociedad.
Pues empecemos la revolución!